Ante la crisis actual, cada vez es más difícil conseguir un crédito en los bancos. Aún continúan dándolos pero han endurecido los requisitos y las condiciones, de forma que conseguir uno es una misión casi imposible. Muchos particulares, autónomos y pymes se encuentran con el agua al cuello. En muchos casos, el dinero líquido es esencial para la supervivencia. ¿Qué se puede hacer en casos de apuro?



Cuidado con los prestamistas sin autorización
Por suerte, la banca no es el único recurso a la hora de conseguir dinero. Obviamente, conviene asegurarse de que estamos regulando a una institución regulada y autorizada. No conviene arrojarse a los pies de individuos turbios y prestamistas de dudosa calaña o entidades opacas. Además, los prestamistas no autorizados tienden a pedir intereses abusivos, a veces sin ninguna garantía para el consumidor.

Es fácil saber qué empresas están autorizadas a operar bajo la supervisión del Banco de España, pues esta institución ofrece un listado de empresas autorizadas a operar en su web.

¿Dónde pedir un crédito?
Existen un buen número de alternativas a los préstamos de las bancas.
Préstamo del Instituto de Crédito Oficial (ICO)
En primer lugar se debe acudir al Instituto de Crédito Oficial (ICO), que dispone de varias líneas de financiación, tanto para ciudadanos, como para pymes y autónomos.

Destacan las líneas ICOdirecto y ICO SGR. Ambas permiten solicitar directamente al ICO un préstamo de hasta 200.000 y 600.000 euros, respectivamente. Lo pueden pedir pymes y autónomos que tengan proyectos de inversión que contribuyan al desarrollo económico y social de sectores como el de infraestructuras, telecomunicaciones o medio ambiente. 

Pedir un préstamo en Establecimientos Financieros de Crédito (EFC)
Se puede recurrir a los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que son empresas especializadas en préstamos. Suelen ser filiales de grupos bancarios. Es fácil enterarse de sus ofertas, porque inundan el mercado de publicidad. Los anuncios lo pintan todo muy bonito y no conviene dejarse seducir por cantos de sirena.

Los anuncios de estas entidades financieras suelen hacer hincapié en su mayor ventaja: la rapidez a la hora de conceder créditos a cambio de muy pocos requisitos. Normalmente, se puede conseguir un crédito con la nómina, un recibo y el DNI. Conceden una cantidad limitada de dinero, hasta 6.000 euros, por norma general. Y en 48 horas está ingresado el dinero en nuestra cuenta.

Sin embargo, se debe tener mucho cuidado. A cambio de la rapidez en la gestión suelen pedir intereses excesivamente elevados. Superan el 20% TAE, que suele ser el triple de lo que nos hubiera pedido un banco por el mismo crédito personal. Además, hay que tener cuidado con la letra pequeña porque las penalizaciones por retrasarse en los pagos suelen ser bastante elevadas.
Desde 2009 existen las entidades de Reunificación de Deudas, que suelen recortar hasta un 50 por ciento la cuota mensual que paga el usuario, por ejemplo en su hipoteca, aunque a cambio de aumentar el plazo de amortización. A la larga suele salir mucho más caro. 

Otras entidades que ofrecen créditos
No son las únicas empresas que ofrecen préstamos. También existen las llamadas Cooperativas de Crédito, que están autorizadas para proporcionar créditos a sus socios. Normalmente, operan en el medio rural. Se dedican a captar dinero de sus socios y de diversos clientes para poder conceder préstamos.

Existen también numerosos supermercados y cadenas de tiendas que ofrecen tarjetas que dan al usuario la posibilidad de pedir la financiación de los productos que necesitan comprar. Las ofrecen entidades como Eroski, Carrefour o IKEA. Algunas de estas tarjetas permiten solicitar también pequeñas cantidades de dinero en muy poco tiempo. 

Pedir dinero a amigos y familiares
Desde los albores de la humanidad existe la opción de recurrir a conocidos y familiares en busca del crédito necesario. Esta práctica tiene una gran ventaja: se pueden pactar las condiciones y a veces quien nos preste el dinero no pedirá intereses. La contrapartida es que la relación con nuestro familiar o amigo puede verse resentida si por ejemplo incumplimos el plazo. Este tipo de préstamos está regulado por el Código Civil. Por lo general basta llegar a un acuerdo verbal con el que nos presta el dinero.

Por último señalar la existencia de webs como Comunitae.com, que pone en contacto a personas necesitadas de financiación con particulares dispuestos a prestar. La desventaja es que la web cobra una comisión.